El contrato de responsabilidad civil extracontractual protege al asegurado de los daños materiales o personales que el asegurado (sea persona física, jurídica o institución) ocasione a terceros perjudicados, como consecuencia de la actividad que desarrolle el cliente asegurado y que resulte civilmente responsable de los daños causados a terceros.
La cobertura de responsabilidad civil puede ampliarse a los daños ocasionados a empleados, socios, subcontratistas,… así como por los daños ocasionados por los productos o trabajos realizados o prestados, derivados de la actividad mercantil o profesional realizada por el asegurado.
Además de disponer de un capital asegurado para hacer frente a eventuales daños ocasionados a terceros, es importante disponer de una cobertura de gastos de defensa jurídica, ya que nos todo lo que pudieran reclamar a un cliente da lugar al pago de indemnizaciones pero, sin embargo, siempre ocasiona importantes gastos para la defensa jurídica (abogados, procuradores, etc.).